
06.09.09, David Beriain, en EL PAÍS (ES). El mulá Fateh es un buen ejemplo de la nueva remesa de jefe talibanes. Treinta y pocos años de edad, pastún, educado en el rigor de las escuelas coránicas y en la mitología de la guerra santa contra los soviéticos que mantuvieron ocupado su país. Obtuvo su bautismo de fuego cuando era casi imberbe. Su ideario es tan básico como atractivo a los ojos de un afgano. Divide el mundo entre los musulmanes y los infieles, los afganos y los extranjeros. Una dialéctica en la que sólo cabe la guerra. El de Fateh es un mundo consagrado a la lucha, que hace de la simplicidad, fuerza; de la ignorancia, determinación.
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