Muchos sacerdotes critican que el alto clero haya apoyado al golpe de estado
03.10.09, Daniel Lozano, en PÚBLICO (ES). Micheletti: "Yo soy el presidente de Honduras a menos que Dios quiera quitarme de aquí". Zelaya: "Estoy vivo por una gracia de Dios". General Romeo Vásquez: "Me hinco a pedirle sabiduría a Dios". Xiomara Castro de Zelaya: "Dios está haciendo su obra, Dios está tocando el corazón de los golpistas". Dios por aquí, Dios por allá. Honduras, aunque parezca sumida en una batalla por la fe, vive una crisis política y social. En un pueblo como el hondureño hablar de Dios es una buena táctica para la propaganda. El clero hondureño tomó partido poco después del golpe en boca de uno de los cardenales más poderosos del continente, monseñor Óscar Rodríguez Maradiaga, papable y ahora acusado de golpista por la Resistencia. Pero el férreo marcaje al que Maradiaga tiene sometidos a sus obispos y sacerdotes no ha logrado callar a los religiosos que apoyan a Zelaya.
4/10/09
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