6/11/09

El silencio del universo

04.11.09, Juan Miguel Company, en REBELIÓN (ES). En el fragor de un cruenta batalla que enfrenta a paganos y cristianos, uno de éstos, que aún no ha hecho pública su confesión de tal, atraviesa con su espada al centurión que le incita a la pelea y, antes de abrirle la cabeza a Teón (Michel Lonsdale), padre de Hipatia, se vuelve hacia nosotros, los espectadores, y grita a modo de justificación: «¡Soy cristiano!». Decía Nietzsche que los fanáticos son pintorescos y que «...la humanidad prefiere ver gestos a oír razones». Todo parece indicar que los gestos espectaculares del film de Amenábar impiden ver con nitidez los elementos discursivos que lo habitan en su más profunda determinación formal: la que articula (pero no ilustra) un alegato contra la sinrazón religiosa, contraponiéndola a una dialéctica del conocimiento llevada hasta sus últimas consecuencias.

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