El paraíso terrenal del obispo Macedo

30.08.09, Ramy Wurgaft, en EL MUNDO (ES). Las 'maratones de la fe' de los domingos, comenzaban con la entonación de cánticos religiosos, seguido de los testimonios que prestaban aquellos fieles que por pertenecer a la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), habían experimentado un maravilloso cambio en sus vidas. Lo más emocionante se guardaba para el final, cuando los pastores inducían la concurrencia a manifestar, espontáneamente, su amor a Dios. Algunos corrían por el templo, otros bailaban hasta quedar exhaustos. Había quienes perdían el conocimiento. Y en medio de ese éxtasis, los monaguillos recorrían la nave con el ánfora en que la gente depositaba sus limosnas que no eran limosnas sino generosas donaciones. Es posible que en poco tiempo esa ceremonia extática sea eliminada del ritual, al menos en las 300 sedes que la IURD tiene distribuidas por todos los rincones de Brasil.