El poder de Jamenei se debilita a medida que se cuartea la unidad de la élite jomeinista
23.07.09, Editorial de EL PAÍS (ES). En Irán no se apaciguan ni la lucha por el poder ni la ira popular desatada por las elecciones presidenciales fraudulentas de junio pasado. Bien al contrario, en los últimos días convergen intermitentes protestas callejeras, sofocadas contundentemente, y la cada vez más vocal crítica de personajes relevantes de la élite clerical de la república islámica. El resultado es un creciente desafío a la autoridad del dirigente supremo, el ayatolá Alí Jamenei, que veinte años después de ejercer un poder tan arbitrario como incontestado parece tener cada vez menos la última palabra sobre los acontecimientos.
23/7/09
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