Volver a la carne. A la libertad de los cuerpos, a la salud racionalista, al hedonismo revolucionario, a la inmanencia como ejercicio político. Este es el programa: la autonomía del individuo y la igualdad social. Sin dioses. Sin amos
02.07.09, Paco Miñarro, en ROJO Y NEGRO (ES). Habitamos en una situación histórica y económica determinada por el neoliberalismo y por el poder abstracto del capital. Esto ha dado lugar a formas de autoritarismo menos evidentes que en épocas anteriores. Aliado con este nuevo imperio está el neocristianismo, con sus diversas ramas, ficticiamente enfrentado a un creciente fenómeno de islamización en los centros urbanos de Europa y en las sociedades periféricas de Asia y África. Ambos fenómenos ideológicos se basan en la irracionalidad y en la tradición, se retroalimentan mutuamente y mantienen a la humanidad en un ilusorio pulso de "civilizaciones". La influencia moral que ejercen tiene claras consecuencias sobre la vida de la población, porque finalmente operan en el campo de la actividad política, entendida no como el conjunto de mecanismos y relaciones que favorecen la convivencia entre individuos libres, sino, por el contrario, en tanto que instrumento de control, de sedación y de adoctrinamiento. El complejo religioso, tal como se presenta en sus diversas variantes, requiere para su subsistencia de un modelo social jerárquico, y apela a la "libertad de culto" (o a la hegemonía ideológica) para imponer sus doctrinas y mantener sus privilegios.
4/7/09
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