El anarquista catalán fue fusilado el 13 de octubre de 1909, acusado de dirigir la revuelta popular de la Semana Trágica de Barcelona, en la que ni siquiera participó. Fue el chivo expiatorio de la oligarquía y la Iglesia
11.08.09, Julian Casanova, en EL PAÍS (ES). Francisco Ferrer Guardia nunca dirigió una revuelta popular. Tampoco la que comenzó en Barcelona el 26 de julio de 1909, y que ha pasado a la historia con el nombre de Semana Trágica, aunque un tribunal militar, carente de garantías, lo condenó a muerte como "autor y jefe de la rebelión". En realidad, quienes pusieron a Ferrer Guardia ante el piquete de ejecución, el 13 de octubre de ese año, se estaban vengando de un intelectual laico, de un pedagogo revolucionario que había desafiado el control eclesiástico de la enseñanza.
11/8/09
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